Hombres derrotados,
mujeres acongojadas, temerosas,
pueblo
abatido en plomo.
La escuela lúgubre,
el miedo en los huesos,
ojos en lágrimas,
chirridos en las pizarras.
La voz del maestro
amenazando desgracias.
Niños encogidos en miedo,
miedo, miedo, miedo.
Los días eternos,
las noches tan largas,
la luz que no llega,
el túnel que no acaba.
Me lo robaron todo,
asesinaron mi infancia,
malditos malnacidos
¿qué hicisteis con ella?
Devolvedme mi vida,
por ella bajo al infierno,
quiero que haya infierno,
tiene que haberlo,
tiene que haberlo,
tiene que haberlo,
quiero que lo haya.
Para llegar a vosotros
y miraros a la cara,
para escupiros el asco a los ojos,
vomitaros el desprecio con la mirada.
Me pudriré para veros
cómo os pudrís vosotros.
Me duele toda el alma.
Malditos malnacidos.
Malditos malmuertos.
Autor: Manuel Domínguez
Hartito de tanto mamarracho suelto.
Sevilla · · elvigiadelsur.blogspot.com
La verdad es como la luna, puede permanecer oculta un tiempo, pero siempre acaba estando a la vista de todos.
ResponderEliminarDisfrutarla de la vida...Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.