Páginas
Quiero compartir este Cuaderno de Recuerdos con vosotros
Sería bonito, tener vuestros recuerdos, y me sentiría muy honrada.
Enviadme vuestros relatos al apartado de comentarios o
al mail del blog y me encargaré de publicarlos, aquí,
en esta seccion.
Envía tu relato via mail, aquí.
Alicia Valverde
Sería bonito, tener vuestros recuerdos, y me sentiría muy honrada.
Enviadme vuestros relatos al apartado de comentarios o
al mail del blog y me encargaré de publicarlos, aquí,
en esta seccion.
Envía tu relato via mail, aquí.
Alicia Valverde
sábado, 31 de mayo de 2014
jueves, 22 de mayo de 2014
En tu invierno
No era fácil sentir a tú lado,
pero en aquel invierno
que era entonces tu vida,
que era entonces tu vida,
yo me convertí
en una primavera que te aliviaba,
en una primavera que te aliviaba,
de males
pasados.
Aunque nunca fue mi intención,
en mi ,
encontraste una solución,
encontraste una solución,
y poco a poco
los infiernos se fueron descongelando,
los infiernos se fueron descongelando,
y aquel
invierno,
tu invierno en vida, se calmó ,
con caricias de mi primavera descontrolada.
Y al final, los deshielos
nos condujeron a una estación
perfecta,
donde solo nosotros,
eramos capaces de vivir sin miedo al tiempo.
domingo, 11 de mayo de 2014
El relato del sabio
Aunque ahora, mi barba sea blanca como la nieve de las altas
montañas y mi piel este curtida por el sol y la arena del desierto, hubo un
tiempo en que mis ojos rezumaban inocencia y mi rostro era imberbe.
En aquel tiempo, yo tenía un maestro sabio y bondadoso al
que quería y respetaba mucho, el vivía en una austera cabaña y gente de todos
los lugares del mundo acudían a preguntarle o a pedirle que mediara en algún
asunto.
Un día, estando yo a su lado, nos vinó una mujer que decía ser una
antigua noble que había caído en desgracia ante Alá, pues un demonio, la poseía
por las noches, haciéndola llevar a cabo delitos, los cuales debía expiar con
multas. Quedando así reducida su fortuna a la más terrible pobreza.
No sabiendo
y no habiendo trabajado nunca, pidió a mi maestro que exhortara al demonio,
antes que la ruina a la que la llevaba la obligara a tener que trabajar.
Mi maestro preparó un sencillo ritual, en este, la noble
tenía que fingir estar trabajando.
Entonces una sombra oscura y ligera como el
humo apareció sobre la noble.
Mi maestro
cogió la sombra, la metió en una vasija y la selló. La noble dió las gracias y
se fue.
Yo, intrigado, pregunté:
- ¿Qué demonio es el que tan mal ha hecho obrar a la mujer?
El maestro respondió:
- La pereza, pues nos lleva a no ayudar al prójimo y cometer
ignorancias. La pereza es el enemigo de los sabios y los justos.
Autor: Koldo.
Podéis leer mas de Koldo en su blog
Suscribirse a:
Entradas (Atom)