Una calada por mis ganas de verte todos los días.
Una calada por tus pocas ganas, que luego eran muchas.
Una calada por tus manías de niño pequeño.
Una calada por mi
cama, vacía por las mañanas.
Una calada por las noches a solas.
Una calada por escribir con todas las letras y no ser del
montón pelotón.
Una calada por mi móvil, esperando tus llamadas.
Una calada por mi ventana, para que salieras después tu
ultimo beso.
Una calada por tus ojos, que dicen que las miradas matan.
Una calada por tu lunares de tu espalda.
Una calada por nuestra estrella que aparece cuando no me das
la cara.
Una calada por mi corazón, que no tira la toalla.
Una calada por mis sentimientos, que el tiempo no los
cambia.
Una calada por tus besos, droga que me pide el cuerpo.
Una calada por tus cigarros, afortunados de rozar tus
labios.
Una calada por las tristes despedidas y por los grandes
reencuentros.
Una calada por esas miradas que dicen todo.
Una calada por todos los corazones que no tiran la toalla.
Una calada por el remolino de sentimientos que el tiempo no
consigue derrotar.
Una calada por las sonrisas tatuadas por horas
alcoholizadas.
Una calada por mi.
Y la ultima por ti.
AUTORA: Lucía Novo
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