Las hadas de la noche me dijeron:
"Olvídate, niña del dolor.
Sonríele al día, al amanecer,
ama sin esperar amor".
No son tus anhelos desatinos:
guarda en el olvido tu desidia.
Espera sin preguntar qué esperas.
Lucha, sabiendo por qué luchas.
Elimina de tu vida el rencor.
Siembra luz, esperanza,
felicidad, dicha.
Duérmete ahora en nuestro regazo
enviaremos tus sueños al cielo.
Cuando despiertes de tu letargo
hallarás en el firmamento
ángeles que te acompañarán
siempre en tu camino,
recordando los buenos
momentos a tu lado.
Llorarán los amargos contigo.
Impedirán que la tristeza ,
tu vida embargue,
elevándote entre sus alas
al mundo de los sueños
prohibidos.
AUTORA: Paz Alonso
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