Quiero compartir este Cuaderno de Recuerdos con vosotros

Sería bonito, tener vuestros recuerdos, y me sentiría muy honrada.

Enviadme vuestros relatos al apartado de comentarios o
al mail del blog y me encargaré de publicarlos, aquí,
en esta seccion.

Envía tu relato via mail, aquí.

Alicia Valverde

jueves, 3 de abril de 2014

Deja que todo nos pase



Todo pasa como ha de pasar mientras pueda verte.

El sol deslumbra a las mismas horas.
Los charcos se hacen en las mismas aceras.
Y hasta los buses frenan en los mismos cruces.

Los desayunos se desayunan, las cenas se cenan y las noches se sueñan.

Los abrazos aprietan.
Los besos suenan.
Y hasta las sonrisas hacen las cosquillas de siempre.

Deja que todo esto siga pasando, porque lo más extraordinario es que todo pase como pasa mientras pueda verte.


 AUTOR:                                  
SONREIDOR NATO  

miércoles, 2 de abril de 2014

Rubén Nasville

Rubén Nasville, envía a Cuaderno de Recuerdos su aportación de la forma que mejor sabe, cantando. Porqué el Arte, la escritura y los recuerdos no se entienden sin la banda sonora de nuestras vidas,





Encuentra a Rubén Nasville en : 


viernes, 28 de marzo de 2014

Luna Lunera


















Luna, lunera, cascabelera. Te sorprendí, jugando con una nube gris, cuando,
hastiado. soñaba a la nocturna sombre de una piedra gris,grande, mágica.

La rizosa nube me impedía, a veces, otear el horizonte y contemplar tu cristalina
silueta.

Pasaban los minutos, las horas, la noche y seguía sentado y abstraído al lado de
aquella piedra gris.
Cuando la plomiza y pesada nube se descuidaba estabas hermosa y reluciente y
podía contemplarte ensimismado. Al lado, cerca de la peña, unas margaritas
empapadas de rocío esperaban con ansiedad la alborada.

Ya de mañana, muy de madrugada, al despertar sali en a encuentro por la vera del
camino, en compañía de las margaritas rocieras que jugaban con el sol. Luna,
lunera, cascabelera.

Te veo a veces
jugando con la luna
puro delirio

Y mi alma en vilo
cuando pasan las horas
cae el ocaso

Sueño en la cima
mimando tu silueta
de terciopelo

Vienen caminos
Senderos tortuosos
apoteosis.

Pasan las horas
y pasan los momentos
vendrá la aurora.



Y ... abstraido sigo sentado a la sombra de la peña gris oyendo como la noche está
murmullando y murmullando, por lo bajo, de que la luna no la acompañe en su
camino y la noche se empapa en lágrimas.
Llega la mañana. Vienen la luz y el día y, juntos, esperan la noche con la ilusión de que
llegue la luna y limpie sus lágrimas de lluvia. Recordará la piedra.


 Pero..... llegará ...


                                                  Autor:


                                                 Orujo y café
                                                 @orujoapaloseco

miércoles, 26 de marzo de 2014

Soneto para Alicia (acróstico)






Alicia Valverde





 A tan preclara y bella poetisa
 La que con fresca voz y ágil acento
 Irisa  todo cuanto lleva dentro
 Con tan solo cantarlo, no precisa
 Irle buscando rima ni otra ciencia .
 A sus bellos poemas, siempre hermosos,

 Viéneles bien tal libertad, que airosos y
 A fuer de bellos, libres a conciencia,
 Les da tal gracia y luminosidad
 Vista su ágil soltura al escribir, que
 En su alegría y ganas de vivir,
 Representa sin más, sin proponerlo
 Deleite a quien con tan sólo leerlo
 Entiende lo que es bello de verdad.


 La hermosura y la gracia si es poética
 no precisa de rimas ni de métrica.


                                                                   


                                                   Autor.

Mariano Martinez Matobella.

Con mi mas sincera gratitud 



martes, 18 de marzo de 2014

Tu nombre


  Recuerda tu nombre mi mente,                                     
Grabado está en mi alma;
Lo recuerdo tan insistente,
Casi sin razón aparente,
Y lo deletreo con gusto en calma...

   Te miro plácidamente,
Sin poderme contener;
Mi alma en mi sueño te siente,
Mi amor en tu amor te presiente,
Sin eso poderlo entender.

   Pero todo me has negado,
Ni siquiera me has hablado,
Y ya no encuentro que hacer.

   Te sueño en la luna,
Te recuerdo con el sol,
En el mar y en la arena,
En el ave...
Y en la flor;
En el aire que respiro,
Estas  en mi corazón.

   La fortuna de mi ser
Lo tiene ya tu alma,
Eres Diosa o mujer,
Eso quiero yo saber,
Y explicar a mi alma que te ama.

   Te abrazaré,
Te abrazaría...
Te besaré,
Te besaría...
Todo mi amor te daré,
Todo mi amor te daría...

Contigo arderé,
Contigo siempre ardería...
Tan sólo a ti te amaré,
Y a nadie más amaría...

Te amaré con mi amor,
Te amaré con mi poesía;
Haciendo con todo mi calor, 
lo mejor de mi armonía.

Autor de este escrito: Miguel Angel Rojas Ibarra




Micky Way MAR

@Micky_Way_Mar 

Mazatlán, Sinaloa, México

viernes, 14 de marzo de 2014

Bendita casualidad






Una gélida noche de invierno, aquel que creía vivir en el orden ordenado de su vida, decidió gastar una mínima pizca de su tiempo en un momento cualquiera con una persona desconocida y cualquiera.

No era difícil encontrar algo así, algo que a la misma velocidad que pasa olvidas, algo que cubre un pequeño e insípido hueco que permanece vacío. 

Algo insignificante.

Esas cosas pasan y pasan a diario, es normal que le pasen a gente normal, tan normal como yo, pensó. 

No le faltaba razón, esas cosas pasan y pasan así, pero solo pasan y pasan así con la gente normal.

Ella no lo fue, ella no lo era, ella no lo iba a ser.
Ella se distinguía de todas las demás criaturas del universo.

Tenía luz propia, una luz que radiaba vida a su alrededor y que quizá muchos habían visto pero pocos se habían parado a mirar.

Luz bella y generosa.
Luz cegadora.
Luz apasionada e inquieta.
Luz que dejó por un momento aquel precioso cuerpo de mujer para cambiar el devenir de los instantes, para cambiar el pasar de los momentos.

Nuestro hombre ordenado recibió su impacto. Dulce, pero frontal, directo y certero.
El aun no lo sabía, pero esa momentánea ceguera sería la que le mostrase el camino, camino que hasta hacía apenas días había sido solo de ida, pero que tenía que ser también de vuelta.

Movido por aquella extraordinaria luz buscó y buscó.
Buscó convertir la indiferencia en calor, la impersonalidad en cercanía, la racionalidad en locura y la locura en amor.

Y Encontró.

Encontró el compás que le trajo la armonía.
Encontró el color para su paleta de grises.
Encontró la caricia del susurro de su voz.
Acabo encontrando su bendita casualidad.



SONREIDOR NATO

SONREIDOR NATO

@SONREIDORNATO 

...en otra vida sonreí tanto que he decidido seguir haciéndolo en esta.

lunes, 10 de marzo de 2014

Haikus






Al recordarte 
Me sobran las palabras
Es tu sonrisa.




Café y orujo
Mirándote a los ojos
Sólo poesía.





Yo en mi terraza
Vienen, van mis deseos
Tú en la distancia.




Yo te imagino 
En la oquedad del verso
Y tu poesía.



Sabes a mar
Tu cuerpo está mojado
solo quimeras.





Orujo y Café

@orujoapaloseco

miércoles, 5 de marzo de 2014

Aspirarte al volar




  No sabría decirte,
O como poderte explicar;
Lo que siente mi corazón...
Pero para poderte adorar,
No hace falta mirar,
Eso es otra situación;
Pues te puedo en el aire aspirar
Por eso es bello poderte amar,
Como en una bella canción...

   Bella distancia,
Que te acerca y te aleja;
Valorando así la estancia,
Así cómo tu fragancia,
Que hasta al alma maneja...
Es amor con elegancia,
Es amor que no se deja...
Pero que bello se refleja,
Con tanta constancia...

   Como ave surcara tu paso,
Eso al tu alma volar;
Si caes sería un fracaso,
Pero eso no viene al caso,
Pues bello supiste amar.

   Será tu mirada,
Será todo tu ser;
Así mi espera esperada,
Para sentirte amada
Me haces hombre y yo a ti mujer.

   Volaría entre riscos,
Entre mares y planicies;
Sentirás cuando te alcanzo,
Como piedra me levanto,
Entre mares y superficies.

   Quisiera estar tan dentro de ti,
Sin poder ya descansar:
Tan blanca tu piel para mi,
Que escurre el amor así,
Fundidos en uno al amar.



Micky Way MAR



domingo, 16 de febrero de 2014

Cuando las lágrimas se olvidan






Suspiró profundamente y recogió los cubiertos junto con un par de platos descoloridos de la vetusta mesa que había en el comedor, intentando mantener la compostura, la dignidad.

Ya en la diminuta cocina, apoyó sus manos en la encimera de mármol blanco; compungida, no pudo reprimir unas pesadas y dolorosas lágrimas que se deslizaron por sus mejillas en un silencio sepulcral. Aun así, abrió el grifo para ocultar su tristeza, su vergüenza... y de pronto, se dio cuenta de que por aquel desagüe no solo se perdía el agua, también sus ilusiones y sus sueños.

Sabía perfectamente lo que venía a continuación, la cena no era el problema, si le gustaba o no era irrelevante, para él era una buena excusa cuando volvía a casa borracho buscando algún motivo para descargar su ira, su odio.


Secándose las lágrimas con sus temblorosas manos, miró por el cristal humedecido de la pequeña ventana y meditabunda observó que el cielo estaba nublado, algo rojizo en el ocaso de un día en el que el Sol desfallecido se ocultaba ya por el horizonte... entró de nuevo en el comedor, donde aguardaba ya su castigo y donde no había redención posible.


                               Autor : 

Marc Gordon

 Mi twitter.: @MarcGordonR 

Autor de relatos y de la novela
EL SILENCIO DE UN RECUERDO



España

viernes, 14 de febrero de 2014

Despierto y roto












No he pegado ojo en toda la noche.

Tanto dolor acumulado tenía que aflorar en algún momento y de algún modo, y he llorado sin consuelo hasta el amanecer.
Conté entre sollozos uno a uno todos los segundos de esta interminable madrugada hasta que por fin mi frío despertador ha hecho acto de presencia.

Hacia años, más de una década, que nada ni nadie me hacía cruzar el umbral entre ese nudo que se instala en la boca del estomago y el llanto incontenible. Exactamente trece primaveras desde la última vez que mis ojos derramaron aquel transparente, salado y ya casi desconocido fluido.


Y esta madrugada he llorado, he vuelto a llorar, he llorado mucho, lo he llorado todo.



Por unos instantes y cuando el sueño parecía vencer al dolor, he creído que la serenidad volvería a este lado de la cama que siempre guardo vacío. Solo han sido unos asaltos y el combate ha acabado dando como vencedor al segundo sobre el primero.


 El despertador sigue sonando, estridente, molesto, hasta indignado por mi falta de atención. Tras su penúltimo bip acierto a detener su  chivato reclamo y asumo finalmente mi derrota por k.o. Un simple estirar de brazo ha sido suficiente para silenciarlo, sin titubeos, de forma directa, es lo que tiene simular que despiertas cuando ya estás despierto.


Despierto y roto.
Ahora de forma parpadeante y desde el más profundo de los silencios veo la cruda realidad. 

Esa realidad de la que probablemente he permanecido ausente más de lo que yo mismo puedo recordar.



 Esa realidad henchida de zozobra que me devuelve al mundo mundano, a la realidad real.
Esa realidad de la que me marché y de la que nunca debí haberme ausentado.


 Lunes veintitrés de abril de dos mil doce, siete en punto de la mañana.



                                                                          Autor:
                                              Jose Antonio Diaz Ortega 


Estas letras son  un breve extracto de lo que espero que pronto sea un bonito relato, palabras escritas desde el alma que llegan al corazón para quedarse. Gracias por participar en este Cuaderno de Recuerdos.     Alicia