Te cruzas en mi camino
cuando paseo por la Gran Vía,
llamas mi atención, me miras a los ojos
perdiéndote en los reflejos de la calle.
Tu vida es un puñado de pétalos marchitados
que va por la calle e invierte en su cuerpo:
humana mercancía a cambio de placer.
Enseñas tu cuerpo, encierras tu vida.
Escondes tus ojos, me vendes tu alma.
Dolida y olvidada te arrastras
con tus pérdidas y heridas.
Hoy es igual que ayer,
hoy será mañana...
tu valentía esta condenada
a un precipicio de soledad:
te pierdes en el abismo de un destino que no consuela.
Nadie recuerda tu historia:
de señora cambiaste a esclava,
eres un corazón acribillado por complacer.
Te arrodillaste ante la vida:
inacabable angustia de una historia desflorada,
de un escombro envilecido
por un rebaño ávido de placer.
Veo tanta esperanza vacía,
veo existencias de placer inexistente:
geishas occidentales a punto de ser polvo.
Veo sexos hinchados con llantos:
vidas a la deriva por un gobierno sin capitán.
Veo un desolado afecto artificial,
un mundo entregado al dolor,
todos semblantes de corazones embargados,
y el placer que se convierte en veneno.
Desdichado, desgraciado, pobre corazón:
solo te abrazan el cálido cielo y las nubes de verano:
tu suerte despiadada te dejó sola ante la vida.
Autor: Matteo Barbato.
Sigue a Mateo en Twitter: MatteoMatteo6
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